miércoles, 12 de septiembre de 2018

Luna caliente (Mempo Giardinelli)


Ramiro Bernárdez, un joven argentino de familia acomodada, regresa de Paris al Chaco (zona extremadamente calurosa, al norte de Argentina). Un médico, amigo de su padre, lo invita a cenar a su casa y allí se encuentra con Araceli, una adolescente por la que se siente irresistiblemente atraído. 
Incapaz de controlarse, Ramiro, que no parece muy listo, se ve arrastrado al crimen y a la huida, en una Argentina enmarcada en la dictadura. 

El libro es entretenido, muy corto y muy ágil en su lectura. No es un gran libro pero la resolución de los conflictos es curiosa y puede ser una buena compañía para pasar un rato agradable. 
Eso sí, si se lee desde una perspectiva de género puede dar para mucho, pero que mucho, debate. No voy a compararlo con Lolita porque la calidad de ambos es muy dispar (tampoco creo que Giardinelli pretendiera imitar a Nabocov) pero sí coinciden en el planteamiento del punto de vista masculino: en ese no poder controlarse, no poder evitarlo (algo que, por cierto, no deja quedar muy bien a los hombres; pero bueno); aunque difieren en el perfil del personaje femenino. 

Edad: a partir de 16. 

Fragmento
Claro que después debería enfrentar situaciones incómodas, pero sabría sortearlas. Ahora estaba convencido de que era capaz de muchas más acciones que las que antes suponía. Un hombre en el límite es capaz de todo. Y él había llegado al límite. El médico se había puesto pesado, fastidioso, y acaso le estaba tendiendo una trampa. No tenía opción, por eso le había pegado hasta dormirlo y ahora lo iba a matar. Perdido por perdido... Y además, ya sabía lo que tendría que decir: que Tenneembaum, borracho como una cuba, lo había despertado a las... ¿a qué hora? Si, a las tres se le había acercado, cuando él fumaba en el coche. Bueno, pues a las tres menos cuarto lo había despertado y él, Ramiro, no pudo resistir la invitación. El doctor era mi anfitrión, diría, me había tratado espléndidamente, una cena magnífica, después de tantos años, porque era amigo de mi padre... Y explicaría que él fue quien manejó porque el doctor estaba borracho, y muy pesado, nervioso, como si le hubiese pasado algo, pero yo no podía saber por que´, creí que estaba en un pedo triste, nomás, qué iba a saber...

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