"Nací yo, doña Catalina de Erauso, en la villa de San Sebastián, de Guipúzcoa, en el año de 1585, hija del capitán don Miguel de Erauso y de doña María Pérez de Galarraga y Arce, naturales y vecinos de aquella villa. Criáronme mis padres en su casa, con otros mis hermanos, hasta tener cuatro años. En 1589 me entraron en el convento de San Sebastián el Antiguo, de dicha villa, que es de monjas dominicas, con mi tía doña Úrsula de Unzá y Sarasti, prima hermana de mi madre y priora de aquel convento, en donde me crie hasta tener 15 años, en que se trató de mi profesión"
Así comienza la apasionante historia de esta mujer que, antes de profesar, se escapa del convento, se viste de hombre y lleva una vida de aventuras sin fin. Como ella misma dice "La verdad es esta: que soy mujer, que estando para profesar, por tal ocasión de salí; que me fui a tal parte, me desnudé, me vestí, me corté el cabello, partí de allí y acullá; me embarqué, aporté, trajiné, maté, hería, maleé, correteé, hasta venir a parar en lo presente".
Lo más alucinante de esta historia es que es un caso de travestismo real, ocurrido en el siglo XVI. Dejo el retrato de tan brava mujer:
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