Interesante versión del Lazarillo de Tormes en la que se narra la otra verdadera historia de lo sucedido con el famoso pícaro; porque como todo el mundo sabe hay una primera verdadera historia que conviene leer antes que esta, la escrita por un tal Anónimo allá por el año 1554.
En esta versión, Lázaro, tras dejar al ciego, se ve involucrado en una guerra que no es de este mundo, pues se une a un escuadrón que lucha contra una invasión zombi.
El libro sigue, más o menos, la estructura de la novela original: ya adulto el pícaro cuenta cómo fue su vida, los amos a los que sirvió, las peripecias vividas y los aprendizajes logrados, a fin de justificar su posición actual. Sin embargo, como es natural, aparecerán personajes originales (además de los zombis) y nuevas aventuras entre las que no faltará el amor.
Es una obra divertida que recomiendo a partir de 3º ESO, sobre todo si se ha leído El Lazarillo de Tormes.
Año de publicación: 2010.
Editorial: Debolsillo.
Fragmento:
Prólogo
¿Cómo comienza uno a narrar su vida? He intentado usar la primera frase del libro que desde hace siglos pretende ser el fiel relato de mis aventuras, esa historia que los eruditos han dado en calificar como el inicio de la novela picaresca, pero a mi pesar compruebo que es imposible. Ojalá pudiera aprovechar lo que ya está escrito, el hatajo de mentiras y medias verdades que componen la historia de Lázaro de Tormes, ese muchacho avispado y hambriento que se movía por el mundo en la primera mitad del siglo XVI. Lo cierto es que esa época me queda muy lejos, y son tantas las cosas vividas y sufridas desde entonces, que el esfuerzo de rememorarlas y ponerlas por escrito me resulta ímprobo y me siento tentado a desistir. Sin embargo, la gravedad de los hechos que se avecinan, unida a la afreta de ver convertidos los primeros años de mi vida en un relato embustero e interesado que lleva siglos proclamando falsedades para el consumo de estudiantes e intelectuales, me han decidido a acometer la tarea de redactar lo que sólo yo puedo contar [...]
TRATADO TERCERO
Cómo Lázaro se asentó con un caballero y de lo que acaeció con él.
[...]
-¿Vives bien con don Diego? -me preguntó de repente.
Asentí, sorprendido.
- Es un buen hombre -dijo pensativa-. Como todos nosotros, ha sufrido más de lo que parece.
Le conté que a veces habría jurado que don Diego llevaba una pesada carga sobre sus hombros, pero que la soportaba en silencio, sin quejarse. Añadí, con orgullo, que me estaba enseñando a leer.
- Me alegro por ti. Acabarás siendo un hombre de provecho, me dijo en todo burlón. Entreabrió los labios en una sonrisa y, llevado por un impulso, antes de que pudiera cerrarlos, lancé mi boca sobre ellos con más ímpetu que acierto. Casi esperaba recibir un bofetón, pero no fue así.
[...]
- Inés...
Salió corriendo, se deslizaba casi sin rozar el suelo, como si aquella capa le diera alas...
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